Mariana Aylwin: “El golpe trajo una sensación de fracaso rotundo”

Estaba casada y no vivía con mis padres, sino que en Vitacura bien arriba, no tenía teléfono y el ambiente estaba tan crítico que iba todas las tardes a la casa de mis padres. Estaba esperando guagua, como de siete meses y medio, y el ambiente era de qué va a pasar. Todos los días había un paro nacional, había un silencio, que era a la vez ruidoso, porque se veía que venía algo. Conversábamos con mi padre (el expresidente Patricio Aylwin) y casi siempre el tema era que venía el golpe. A las 8.30 recibo la visita de mi tía Meche, que era casada con Hugo Trivelli, en su autito llega a mi casa -donde yo estaba con prenatal y con mi marido, porque había paro- a decirme que había golpe. Tenía puesta una radio y había cadena, pero pensé que era algo en Uruguay, donde había habido un golpe días antes. No le presté mucha atención, porque estaba haciendo el desayuno. Entonces, llega mi tía, me cuenta y me dice que mi mamá quería que me fuera a una parte donde tuviera teléfono, y decidí irme donde mis suegros, sabiendo que ellos eran muy de derecha y que iban a estar felices con que hubiera golpe.

No sabía dónde estaba mi papá, ni mi mamá, ni mis hermanos. Mi padre supo en la mañana temprano, porque lo llamó su hermano Arturo, que le advirtió que parece que había un golpe militar.

El día anterior mi padre había pasado donde Eduardo Frei, quien le había dicho que esa noche no alojara en su casa, porque capaz que hubiera un golpe. Pero muchas veces a mi padre le habían recomendado lo mismo y nunca había hecho caso, siempre estuvo ahí. Aunque sí recuerdo que venían dirigentes de la Juventud y estaban en la noche en la casa haciendo guardia, porque el ambiente era así de crítico. Uno no sabía si te iban a tomar preso, a secuestrar, había mucha violencia, y nadie sabía lo que iba a pasar con las Fuerzas Armadas. La percepción era que estaban divididas, que había gente muy leal al gobierno y que esto podía desembocar en una guerra civil. También existía la percepción de que había mucha gente armada, que había muchas armas en el país, que estaban en las poblaciones, en los cordones industriales, etc., el país estaba tomado, en paralización total.