Guillermo Le Fort: “Un refundacional sistema de reparto no soluciona el problema de las bajas pensiones”

Se dice por ahí que con los seis mil millones de dólares que recaudan las AFP anualmente se podrían pagar todas las pensiones en un refundacional sistema de reparto y con una elevada tasa de reemplazo– relación entre la pensión y el ingreso real en actividad– de 70%. Y además sobraría plata.  Parece fantástico considerando que la tasa de reemplazo promedio no alcanza ni a la mitad de esta, y de hecho lo es tan fantástico que parece desquiciado.  Sobraría plata si todas las pensiones fueran solo las que pagan las AFP, pequeño detalle porque el sistema de pensiones todavía no está en régimen y muchos pensionados son del sistema antiguo, otras pensiones las pagan compañías de seguro, y la población sigue envejeciendo de manera que más aumentan los pensionados que los trabajadores.  El fondo de pensiones todavía crece y acumula recursos para pagar en el futuro un número mucho mayor de pensiones que las que paga hoy.

¿Pequeño error de cálculo? Como veremos es un error mayúsculo que invalida radicalmente la peregrina conclusión anterior de que un refundacional sistema de reparto soluciona el problema de las bajas pensiones.

En Chile somos 8 millones de trabajadores, de los cuáles 5,2 millones cotizamos en el sistema de pensiones con un ingreso promedio cercano a los 12 mil dólares anuales, lo que efectivamente genera algo más de 6 mil millones de dólares de cotizaciones previsionales anuales, a una tasa de cotización de 10%.  Para saber que pensiones podría pagar un sistema de reparto tenemos que preguntarnos primero ¿cuantos pensionados tendremos cuando el sistema esté en régimen?

Si la población ocupada se estabiliza en 8 millones y si suponemos adicionalmente que la población deja de envejecer, en el sentido que hay la misma cantidad de individuos de cada edad, podemos dividir a la población ocupada en grupos iguales de 250 mil trabajadores de cada edad de los 25 años a los 65.  También habría 250 mil retirados de cada edad, que la podemos suponer entre los 65 y 85, de manera que el total de pensionados se obtiene multiplicando los 250 mil por los 20 años de retiro.  Estos serían 20 si la expectativa de vida no continuara creciendo, y serían más si lo hiciera.  Así, habría 4 millones de pensionados en régimen para 8 millones de trabajadores.

Si a cada pensionado se le paga el 70% del ingreso en actividad, cada uno recibiría 8400 dólares anuales y el costo total para el sistema de reparto sería de 33 mil 600 millones de dólares. Parece que falta plata.  Así es, el sistema de reparto así definido tendría un déficit anual de 27 mil millones de dólares, como un 10% del PIB chileno y más de 3 reformas tributarias como la de 2014. Ciertamente que el sistema estaría quebrado y con un déficit mayúsculo.  Financiar este con el fondo de pensiones acumulado no solo sería ilegítimo, sino que solo alcanzaría para unos años. ¿Y después qué?  La ruina económica del Estado chileno, del país y de sus trabajadores y pensionados.  Conclusión. No basta con sumar y restar para diseñar correctamente un sistema de pensiones.